Segunda y última parte
4. Asimetrías del Sistema Financiero Global y el «Privilegio Exorbitante»
A nivel internacional, el informe documenta cómo el actual sistema financiero global actúa como un mecanismo que refuerza la desigualdad entre países.
* Flujo de Riqueza: Las economías ricas se benefician de un denominado «privilegio exorbitante». Cada año, alrededor del 1% del PIB mundial fluye de los países más pobres a los más ricos.
* Origen del Flujo: Este flujo se debe a las transferencias netas de ingresos extranjeros, asociadas a persistentes rendimientos excesivos y a pagos de intereses más bajos sobre las deudas de los países ricos.
* Magnitud: El valor de este flujo de riqueza es aproximadamente tres veces superior a la ayuda al desarrollo global.
* Conclusión: Revertir esta dinámica es señalado como un pilar fundamental para cualquier estrategia creíble de equidad mundial.
5. Divisiones Territoriales Internas y Fractura Política
El informe destaca el aumento de las divisiones territoriales dentro de los propios países, una tendencia que rediseña la política democrática.
* Fractura Política: En muchas democracias avanzadas, las diferencias en las afiliaciones políticas entre los grandes centros metropolitanos y las ciudades más pequeñas o áreas rurales han alcanzado niveles históricos.
* Causas: El acceso desigual a los servicios públicos, las oportunidades de empleo y la diferente exposición a las crisis comerciales han provocado una fractura en la cohesión social y han debilitado las coaliciones necesarias para impulsar reformas redistributivas.
*II. La Extrema Concentración de Riqueza e Ingresos Globales*
El primer y más fundamental hallazgo del WIR 2026 es la magnitud extrema y persistente de la desigualdad a nivel mundial.
Concentración de Ingresos y Riqueza (2025)
* Ingresos: El 10% de la población mundial con mayores ingresos gana más que el 90% restante combinado. La mitad más pobre de la población mundial obtiene menos del 10% de los ingresos totales globales (capturando el 8%).
* Riqueza: La riqueza está mucho más concentrada. El 10% más rico posee tres cuartas partes (75%) de la riqueza mundial total, mientras que la mitad más pobre solo posee el 2% de esta riqueza.
El Auge Acelerado de la Hiper-Riqueza
El panorama se vuelve aún más extremo al mirar la cúspide de la pirámide de riqueza:
* Los Hiper-Ricos: Solo el 0.001% más rico del mundo (menos de 60,000 multimillonarios) controla hoy en día tres veces más riqueza que la mitad de la humanidad combinada.
* Crecimiento Acelerado: Esta concentración no solo persiste, sino que se acelera. Desde la década de 1990, la riqueza de los multimillonarios y los centimillonarios ha crecido aproximadamente un 8% anual, lo que representa casi el doble de la tasa de crecimiento experimentada por la mitad más pobre de la población mundial.
* Desigualdad Interna Regional: Aunque la desigualdad de ingresos se distribuye de manera desigual en todas partes, con el 10% más rico obteniendo sistemáticamente mucho más que el 50% más pobre, la concentración de riqueza es más extrema. En todas las regiones, el 10% más rico controla más de la mitad de la riqueza total. Por ejemplo, en Brasil, el 10% más rico gana aproximadamente 65 veces más que el 50% más pobre, mientras que en Francia la diferencia es de 17 veces.
El informe concluye que la consecuencia de este patrón es un mundo en el que una pequeña minoría ejerce un poder financiero sin precedentes, mientras miles de millones de personas están excluidas incluso de la estabilidad económica básica.
*III. Conclusiones y Propuestas de Política*
El WIR 2026 concluye que la desigualdad no es un fenómeno inevitable, sino una elección política, el resultado directo de políticas, instituciones y estructuras de gobernanza específicas. Los datos demuestran, no obstante, que la desigualdad se puede reducir. Políticas como las transferencias redistributivas, la fiscalidad progresiva, la inversión en capital humano y el fortalecimiento de los derechos laborales han demostrado ser eficaces en diversos contextos.
El informe propone un marco para abordar las divisiones económicas, medioambientales y políticas desde sus raíces, haciendo un llamado a una cooperación global renovada:
A. Justicia Fiscal y Movilización de Recursos
La política fiscal se identifica como una palanca poderosa para la redistribución y la legitimidad.
* Fiscalidad Progresiva: Se aboga por sistemas fiscales más justos donde los que se encuentran en la cima contribuyan con tasas más altas mediante impuestos progresivos.
* Impuesto Mínimo Global sobre Multimillonarios: El informe calcula que tasas modestas de un impuesto mínimo global sobre la riqueza de los multimillonarios y centimillonarios podrían recaudar entre el 0.45% y el 1.11% del PIB mundial. Estos recursos podrían financiar inversiones transformadoras en educación, sanidad y adaptación al clima.
B. Políticas Climáticas Vinculadas a la Riqueza
Para abordar la desigualdad climática, se necesita vincular la responsabilidad con la propiedad del capital privado.
* Medidas Fiscales Climáticas: Se propone que la fiscalidad progresiva y la inversión en capacidades humanas tienen el potencial de acelerar la adopción de tecnologías bajas en carbono de manera justa.
* Regulación: Los impuestos y las regulaciones sobre el consumo de lujo o las inversiones con altas emisiones de carbono pueden ayudar a reducir los niveles de emisiones entre los grupos más ricos.
C. Reforma del Sistema Financiero Mundial
Para corregir el «intercambio desigual» y el privilegio exorbitante, el informe sugiere reformar el sistema financiero global.
* Reformas Estructurales: Se incluyen propuestas como la adopción de una moneda mundial, el establecimiento de sistemas centralizados de crédito y débito y la aplicación de impuestos correctivos sobre los excedentes excesivos.
* Beneficio: Estas reformas ampliarían el espacio fiscal para la inversión social en las economías en desarrollo y reducirían las salidas persistentes de capital que las han afectado históricamente.
El WIR 2026 concluye que reducir la desigualdad es esencial no solo por una cuestión de justicia social, sino que es vital para la resiliencia de las economías, la estabilidad de las democracias y la viabilidad de nuestro planeta. Los costos del aumento de la desigualdad (divisiones crecientes, democracias frágiles y una crisis climática que recae desproporcionadamente en los más pobres) son evidentes, y el camino para revertir esta tendencia requiere voluntad política para impulsar cambios estructurales y cooperativos a nivel global.
Fuente: https://wir2026.wid.world/www-site/uploads/2025/11/WIR26_Executive_Summary_Spanish.pdf
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