El periodismo revela hechos de impacto en la vida y el bolsillo de los ciudadanos

El periodismo de investigación suena a pleonasmo porque es una actividad que lleva implícito indagar, pero las circunstancias actuales de inmediatez han provocado que se convierta en la réplica de comunicados oficiales y de declaraciones de funcionarios, sin profundizar en los datos, sostuvo Irving Huerta.

En un encuentro virtual organizado por alumnos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ahondó en la historia, la metodología y el contexto de su reportaje La casa blanca de Enrique Peña Nieto, por el que obtuvo los premios Nacional de Periodismo y Gabriel García Márquez de Periodismo 2015.

Ante el colectivo de estudiantes de la Licenciatura en Comunicación Social de la Unidad Xochimilco Voces a través de la pantalla afirmó que “el periodismo es importante, al revelar hechos que la ciudadanía necesita saber porque afecta sus vidas y sus bolsillos, además de ser una fuente de ingresos para aquellos que se dedican a esta profesión”.

Los portales informativos están ganando espacios para desarrollar una forma de periodismo, además de cursos y profesionales capacitados para una labor que, sin embargo, debe encontrarse la manera de mantenerlos y darles cauce.

“Hay una relación perniciosa y clientelar entre los dueños de los medios de comunicación que tienen intereses de capital y quienes administran el país desde el servicio público, lo cual ha provocado que sea complicado hacer periodismo de investigación en México”.

El trabajo periodístico desarrollado por la entonces Unidad de Investigación de MVS para el programa radiofónico Primera emisión, de Carmen Aristegui, sobre la compra de la llamada Casa Blanca del ex presidente Peña Nieto, en 2014, derivó en un libro que ya está en su segunda edición.

El reportaje afectó la credibilidad del gobierno pasado, al mostrar el andamiaje de corrupción, pues el vendedor era el dirigente del Grupo Higa, contratista ligado al ex mandatario desde que era gobernador del Estado de México.

El equipo de profesionales a cargo de Daniel Lizárraga estaba conformado además de Huerta, por Rafael Cabrera y Sebastián Barragán, quienes se apoyaron de la metodología denominada estructuralista, que trata de entender la realidad a partir de unidades de información que mantienen una narrativa interconectada.

“Trabajamos con una hipótesis a comprobar y era la conexión que existía entre la propiedad, la inmobiliaria, el contratista y el entonces presidente, mediante documentos que acreditaban la existencia de la casa, la posesión y la relación del empresario contratista con el régimen de Peña Nieto”.

Además fueron realizados diagramas de líneas de tiempo para analizar diferentes procesos del caso ocurridos en un mismo momento para establecer patrones y ciertos hallazgos. 

“Fuimos privilegiados en la Unidad para publicar algo de esta naturaleza en un momento de la historia que, si bien no estaba cerrado a la crítica, sí planteaba la posibilidad de censura y el control de los contenidos informativos”.

El periodismo de investigación requiere de tiempo y recursos económicos para poder recabar la mayor cantidad de datos sobre todos los involucrados, de ahí la importancia de organizaciones sin fines de lucro que promueven la producción, el intercambio, la capacitación y la difusión, entre ellas CONNECTAS, una iniciativa que apoyó el reportaje.

Huerta trabaja en el proyecto Plataforma Ayotzinapa, entre otros, y acaba de concluir su tesis doctoral Redefiniendo el marco de operación del periodismo en México: hacia una práctica transformadora, en la Universidad de Goldsmiths, en Londres, Gran Bretaña.

Previo a la conferencia, el maestro Teseo López Vargas, coordinador de la Licenciatura en Comunicación Social de la Unidad Xochimilco, agradeció la intervención del periodista mexicano y dio la bienvenida a los participantes y coordinadores de la actividad, entre los que se encontraban la académica Primavera Téllez Girón y los alumnos Diego Peralta, Sebastián Chávez y Monserrat Esquivel.