Concierto de Premiación del Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2022

Concierto de Premiación del Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2022

9 de noviembre de 2022 0 Por Redacción

En su misión por impulsar a los jóvenes talentos a componer nuevas piezas y enriquecer su formación académica con la gran tradición musical que existe en nuestro país, el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral A.C. y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura presentan el Concierto de Premiación del Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2022.


En este décimo aniversario del Festival Artístico de Otoño se realizó por primera vez en línea el Concurso de Composición para Orquesta de Cámara Arturo Márquez con la participación de 64 creadores de música de concierto de varios estados de la República, quienes aportaron variedad y alta calidad a las propuestas presentadas haciendo que la elección de los triunfadores fuera una tarea ardua para los integrantes del jurado: los compositores Arturo Márquez y Enrico Chapela, y la directora de orquesta Gabriela Díaz Alatriste.


Las cuatro obras ganadoras confirman que en ese vasto y variado concepto de la música tradicional mexicana que es el son caben expresiones distintas, ya que están basadas en distintas vertientes de este estilo musical como es el chinelo, calentano, de tarima, jarocho, también designado como huapango, con la inclusión, además, de la chilena y el gusto.


Arturo Martínez Zanabria, originario de Xochimilco, define a su obra Entre brincos y flores como una pieza cuya poética busca expresar un día común trabajando en la chinampa xochimilca rodeado de canales, flora y fauna que están inmersos en un ambiente casi surreal en el que hasta los días más cotidianos están llenos de misticismo y folclor.


El son de chinelo es la base principal de esta composición, una expresión musical fundamental para la identidad cultural de los xochimilcas, quienes lo adoptaron como parte de un sinnúmero de actividades culturales tradicionales y religiosas; el son de chinelo en Xochimilco se baila con banda en medio de cohetes, risas, bulla y… Entre brincos y flores.


Mario Eliud Mejía Hernández, de Zamora, Michoacán, se inspiró en el riquísimo, inexplorado y muchas veces olvidado fenómeno sonoro del estado de Guerrero para escribir Culebra calentana. Los ejes no estáticos de esta creación son los géneros de la chilena, el gusto, el son calentano y el de tarima. El violín solista se convierte en la columna vertebral haciendo vibrar al público con cada una de sus melodías.


La obra no se detiene ahí: el rugir de las olas del mar, el cantar de las montañas, el látigo de los Tlacololeros, el sisar de la serpiente, la gran fiesta guerrerense y el zapatear de los diablos se encuentran presentes de manera contundente en ella. «Una pieza que nos mantendrá en un constante serpenteo sonoro que busca transitar en- tre la algarabía y el misticismo del valeroso pueblo de Guerrero, al que dedico con gran cariño esta creación».


Por su parte, Cascabeleando (para arpa y orquesta de cámara), de Joyxer Zamudio Contreras, de Coatzacoalcos, Veracruz, es, a decir de su autor, un homenaje a cada uno de esos jarochos que han aportado a la tradición —sea como algo innovador o tradicional— a través de la música, la poesía y la danza. Esta obra transporta a las festividades de Tlacotalpan o a las fiestas de Tuxtla Gutiérrez, pero también es el paisaje sonoro que evoca el fandango urbano en el que, entre altos edificios y lejos del mar, suena el son jarocho; es el momento que precede al agitado día, cuando la conciencia se acerca al conocimiento ancestral. El jarocho es y será todo aquel que en los versos de un son puede contar su propia historia.


La mención honorífica del Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2022 correspondió a Viaje de instinto huasteco, de Adalberto Guerrero Díaz de León, de San Luis Potosí, quien explicó que en su pieza se hace presente la incorporación de la batería en la percusión, así como el bajo inspirado en el walking bass en la coda, evocando al jazz. La fanfarria final emula el sonido de las tradicionales bandas de pueblo de gran sonoridad y el protagonismo de los alientos y las percusiones.


Con Viaje de instinto huasteco pretende transmitir el placer de escuchar las fusiones mencionadas y exaltar el huapango como una expresión musical rica en sonoridad, en sus ritmos amalgamados y sus posibilidades melódicas e instrumentales «Quiero transmitir la pasión que siento por componer la música inspirada por el corazón, desde el placer por hacer la música. Me familiaricé con el huapango desde corta edad, al convivir con músicos en el entorno de mi natal San Luis Potosí.

Redacción
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