
El Festival Artístico de Otoño inició su temporada con el concierto “70 años. Los danzones de Arturo Márquez”
25 de octubre de 2022La noche del jueves el Centro Cultural Roberto Cantoral (CCRC) vivió una velada de danzón al abrir el Festival Artístico de Otoño con el concierto “70 años. Los danzones de Arturo Márquez”.
El maestro Martín Urieta, presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), fue el encargado de dar la bienvenida a un público ávido por escuchar los danzones no tan conocidos del maestro Márquez. Urieta comentó que éste sería el primer concierto de los dos que rendirán homenaje al maestro sonorense y se realizarían en el marco del décimo aniversario del Cantoral y el Festival Artístico de Otoño.
El Presidente de la SACM aprovecho para invitar a los jóvenes creadores que participaron en el Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2022, a que incursionen en la ópera un género que no es tan transitado por los compositores. Finalmente dio por inaugurado el Festival Artístico de Otoño.
Ya en el escenario, la Orquesta Mexicana de la Artes dirigida por el maestro Eduardo García Barrios, llevó al público al mundo del “danzón según Márquez”, como lo calificó.

El programa del concierto estuvo conformado por ocho de los nueve danzones que Márquez compuso y fue el director de la orquesta quien comentó brevemente entre cada pieza, anécdotas de cómo fueron creados cada uno de los ocho danzones que escucharía el público.
El Danzón No. 1, para cinta magnetofónica con saxofón opcional (1992), fue creado gracias a una visita al mercado Juárez donde el maestro Márquez conoció a un saxofonista que tocaba un danzón, pero como se encontraba en estado etílico, el maestro Márquez escuchaba lo que estaba tocando, y lo confundió al tratar de reconocer qué estaba tocando, porque el danzón está en 4 cuartos y el músico por momentos lo tocaba en el 3 o en el 2 cuartos.
El segundo danzón de la noche fue el Danzón No. 3, para flauta, guitarra y pequeña orquesta (1994). García Barrios lo calificó como un danzón bello y dramático. Comentó que fue compuesto para 13 instrumentos solistas y un crítico señaló la gran imaginación de Márquez para utilizar el oboe que es más expresivo en lugar de la flauta y el clarinete por la viola.
Sin embargo, la verdadera razón de estos cambios se debió a que la Orquesta Sinfónica de Baja California, en ese entonces, por falta de recursos económicos se había quedado sin ejecutantes de ambos instrumentos y esa fue la causa por la que unos instrumentos fueron intercambiados por otros. La ejecución magistral del acompañamiento de la guitarra estuvo a cargo del reconocido guitarrista, el maestro Juan Carlos Laguna.
El Danzón No. 4 para orquesta de cámara (1996) fue el tercero en escucharse y remonta al ambiente que se vivía en los salones Los Ángeles y El Colonia. La nostalgia se apoderó del escenario y cobró forma a través de esta pieza, calificada por el director García como el más onírico.
Los portales de Puerto de Veracruz al amanecer y la brisa del mar que da origen a la melancolía fue el ambiente que inspiró a Márquez a componer el Danzón No. 5 también denominado Portales de Madrugada y compuesto en 1997.
Un monólogo para saxofón soprano y cuerdas, fue la ejecución del Danzón No. 6 que interpretó Jacob DeVries, compuesto en 2001.
En relación al Danzón No. 7 (2001), García Barrios explicó que en la sección intermedia, se escucharía algo que se le conoce como “El Oriental”, que muchos danzones clásicos lo tienen y son reminiscencias del mundo mozárabe y advirtió no sin hacer al público reír, que sentirían bailar a las odaliscas en el escenario.
El maestro Márquez sintió una gran admiración por el compositor francés Maurice Ravel y debido a ello el Danzón No. 8 conocido como Homenaje a Maurice Ravel (2004) fue la penúltima pieza que se escuchó en la noche. El director adelantó que el público encontraría tonos del bolero de Ravel y de “El Oriental” en la interpretación.
Finalmente, la composición que le ha dado fama al maestro Arturo Márquez, el Danzón No. 2, cerró el concierto “70 años. Los danzones de Arturo Márquez”. El público se deleitó con una de las piezas más conocidas a nivel mundial.
Al terminar el concierto, el maestro sonorense subió al escenario a recibir un prolongado aplauso por parte del público que se puso de pie. Cabe señalar que el auditorio también reconoció con aplausos y gritos de bravo, el trabajo de la Orquesta Mexicana de las Artes y del director Eduardo García Barrios, sin embargo, la segunda salida del director fue cortada abruptamente por parte del personal de sonido, quien invitó al público a desalojar la sala con precaución, impidiendo que recibiera una segunda ovación, el guía y director que llevó de la mano a todo el auditorio a adentrarse al “danzón según Márquez”.
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