Marcelo Ebrard acudió esta mañana al Jardín Pushkin de la colonia Roma, en la CDMX, para adherirse al anhelo de crear una red nacional de protección animal como un objetivo prioritario de los años por venir pues, dijo, a la postre tiene la misión de salvarnos a nosotros mismos.
“Cada vez que escuchas a alguien que defiende a los animales, piensa que está defendiendo a la humanidad”, dijo, y advirtió que esto es parte de un cambio de modelo cultural que necesita con urgencia nuestra sociedad: “Es la única salvación posible de nuestra especie y no estoy exagerando”.
Ante las personas que lo convocaron, quienes iban acompañadas de sus mascotas, el excanciller —que acudió con su perrita Luna— abundó que “la crueldad con los animales, la devastación de los recursos naturales, la indiferencia frente a la biodiversidad, lo que está pasando: la preeminencia del consumo sobre cualquier otra cosa pone en peligro a nuestra especie —somos 9 mil millones ya—”, sumadas a una “falta de solidaridad con tu comunidad, desinterés respecto al medio ambiente y un egoísmo casi fratricida”.
Refirió que en 2003, al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, formó la Brigada Animal con la siguiente premisa: “Todo lo que es maltrato animal te anticipa problemas graves de violencia con las familias y en la convivencia. En donde tú veas crueldad animal, hay eso”, y lo ilustró con el descubrimiento de un asesino que tenía perros encerrados y mutilados: “Fuimos con la brigada y eso fue lo que encontramos: un homicida serial”.
En el extremo opuesto, Marcelo reconoció que hay gente solidaria que rescata a los animales y contó que, durante su gestión como jefe de Gobierno, incorporó a las mascotas al concepto de familia, junto con otros grandes cambios como el matrimonio igualitario, que también generó “un debate tremendo y hoy es ley en todo el país”.
“El principal impacto de esos cambios de ley es que cambias la cultura”, sostuvo Marcelo. Por ejemplo, hoy la gente ya no es dueña de la mascota: “Eres un tutor, eres el papá o la mamá o el hermano o es tu hijita. Es tu bebé, ¿verdad?”.
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